Credo Personal
Es necesario luchar por un ideal
Joaquín Hernández Callejas
Lo mas importante en la vida de un hombre es proponerse un fin, un anhelo, un ideal que realizar; nada es tan satisfactorio ni nada proporciona tanta seguridad en la lucha por la existencia, que el hecho de tener una meta definida a la cual llegar, un propósito determinado que nos preocupe durante las veinticuatro horas del día, una idea clara de lo que representen nuestras ambiciones y esperanzas es la decisiva formula que explica el motivo de nuestra vida.
Vivir sin un ideal es tener vacío el pensamiento; vivir sin un anhelo es tener solitario el corazón; vivir si un pensamiento es tener anquilosada la voluntad.
El dulce poeta mexicano Amado Nervo escribió: “cada día tiene su propio afán.” Yo pienso: El afán de todos os días debe de ser el mismo: el de buscar la concreción, la realización de nuestro sueño, el perfeccionamiento de nuestras actitudes y el dominio absoluto de lo que anhelamos.
Federico Guillermo Nietzche, el recio escritor germano dijo: un sí, un no, una línea recta, un fin. Yo digo: Un si a lo positivo, un no a lo nefasto; una lucha conforme las circunstancia lo demanden y no siempre marchando en línea recta; un fin noble que tienda a dignificar a la persona humana.
Avante siempre, escribió nuestro Juan Ramón Uriarte, el maestro animador de las juventudes salvadoreñas. Yo digo: Esto no es posible; en la vida no hay solo avances, sino que también hay necesidades de retrocesos, rodeos, caídas,resbalones, fracasos y otras duras experiencias para las cuales hay que templar el alma o mejor dicho, las cuales debemos estimar para templarla y no para sentirnos desamparados, pero no obstante es bueno tener siempre la idea de ir hacia adelante, hacia la coronación del ideal que nos hemos trazado.
Toda idea es difícil de realización. Infantil es aquel que piensa que un propósito elevado es de pronta e inmediata ejecución. Nada más falso. La realización de un propósito, la ejecución de una empresa, la terminación de una obra cuesta sacrificios es preciso realizar largos, dolorosos y múltiples esfuerzos, tomar en cuenta diversos detalles , hacer números ensayos, verificar repetidos intentos hasta que quede plasmada la idea soñada.
En la lucha por la realización del propósito no hay que tomar en cuenta la suerte. En la suerte o en los milagros, confían las almas cándidas, los espíritus supersticiosos y crédulos que gozan solo con el sueño de la acción pero jamás se atreven a afrontar los riesgos, los peligros,las vicisitudes,las miserias y dolores que necesariamente habrán de sufrir en la ejecución de los actos para la realización del sueño.
Ni Homero, ni Aristóteles, ni Alejandro o César, o Napoleón, ni Beethoven, ni Mozart, ni cervantes, ni Darwin, etc., improvisaron sus obras aunque nacieron con talentos naturales para destacarse de manera sobresaliente.
Ellos tuvieron que estudiar, que prepararse previamente en sus diferentes especialidades, preparación o entrenamiento que implicó para ellos grandes privaciones, duras abstinencias que minaron su salud,que desgastaron sus reservas físicas y que, en muchos casos hasta sacrificaron algunos de sus miembros y órganos corporales.
No tenemos en cuenta ni envidiemos los casos baladíes de ciertos triunfos fáciles de algunos individuos como el de los Beatles o de algún mediocre artista de cine, de teatro, de televisión o algún afortunado comerciante que de la noche a la mañana se convierte en magnate de grandes facilidades económicas. Estos triunfos aunque halagüeño, no son los resultados ordinarios de la vida cotidiana; son triunfos esporádicos muchas veces abultados por propagandas o intereses comerciales o por la adhesión de personas sin cultivo ni delicadeza para apreciar obras superiores que se sienten arrastrados por la fuerza caprichosa de la moda.
Las obras superiores en el arte, en la filosofía, en la ciencia como en la técnica, en el comercio, en la agricultura, en la industria, En la política, en la educación, cuestan mucho; no son obras de la improvisación o de la casualidad, o de la aventura, o regalo de los dioses: es producto del esfuerzo dirigido, del cálculo paciente, de la meditación profunda y del hacer con diligencia: el proyecto llevado a cabo bajo las severidades de una disciplina firme y de una entereza moral qué no le teme a las penalidades.
Disciplina significa someterse a determinadas reglas de conducta: las reglas de la profesión u oficio que se aprende y del cual se vive;las reglas del comportamiento necesario para alcanzar el fin propuesto. Disciplina es orden y organización. Orden quiere decir cada cosa en su lugar y en su debida oportunidad; organizar es disponer los recursos de manera que funcionan en relación unos con otros a su debido tiempo.