domingo, 29 de mayo de 2022

Anhelo de dicha

CREDO PERSONAL

El anhelo de dicha

Joaquín Hernández Callejas

Toda la especie humana busca la dicha de vivir. En todas las latitudes de la tierra las diversas razas humanas se afanan por encontrar el contento y la alegría, jóvenes y viejos, mujeres y hombres, todos buscan, afanosos, el pájaro azul de la felicidad.

Unos lo hacen esperanzados en los placeres materiales: en los licores, en las suculentas comidas, en los devaneos sexuales como en los deleites y delirios que enardecer y enervan los sentidos corporales, son los caminos que han marcado el hedonismo y el epicureísmo. El hipysmo es la nueva versión de esas teorías. Otros fincan su propósito en hallar la felicidad en el ascetismo, en la evasión de este mundo terrenal hacia las regiones fantásticas del mundo celestial, cuajado de seres e ideas puras, incontaminadas, como libres de lo mundanal, de lo corrupto de la vida terrestre. El santoral católico en su aspecto puramente demagógico y aparente es un ejemplo de esta corriente ideológica. Porque el aspecto real, objetivo, de la vida de de los príncipes y demás dirigentes de la iglesia la cosa es distinta: ellos practican en forma mesurada y sabia, sin excesos, sin extremos peligrosos que llevan la conducta hacia la consecución de los pecados capitales, ellos practican, preferentemente, el sibaritismo precononizado por el epicureísmo y hedonismo.

Otros fundamentan el hallazgo de la felicidad en las lecturas edificantes, en la creación artística, en la investigación científica, en los paseos instructivos, en la invención de cosas útiles.

Y en verdad, que en todo eso, en los placeres materiales, como en la vida ascética, en la vida moderada o entregada a los a los ideales altruistas encuentra la felicidad, o mejor dicho se puede encontrar la felicidad y muy fácil es dedicarle consejos a las personas de esta o de otra idea sobre el destino del hombre hacia la felicidad, argüir, por ejemplo, qué hombre tiene vocación hacia la felicidad. Pero el problema está cuando colisiona la felicidad del uno y la felicidad del otro, qué es plantear la cosa en su forma más simple y microscópica lo cual no tiene ninguna importancia. Por lo que el problema se desplaza hacia otro ángulo superior: hay choque de la felicidad de una clase social con la felicidad de otra clase social.


Luchar por un ideal

Credo Personal

Es necesario luchar por un ideal 

Joaquín Hernández Callejas

Lo mas importante en la vida de un hombre es proponerse un fin, un anhelo, un ideal que realizar; nada es tan satisfactorio ni nada proporciona tanta seguridad en la lucha por la existencia, que el hecho de tener una meta definida a la cual llegar, un propósito determinado que nos preocupe durante las veinticuatro horas del día, una idea clara de lo que representen nuestras ambiciones y esperanzas es la decisiva formula que explica el motivo de nuestra vida.

Vivir sin un ideal es tener vacío el pensamiento; vivir sin un anhelo es tener solitario el corazón; vivir si un pensamiento es tener anquilosada la voluntad.

El dulce poeta mexicano Amado Nervo escribió: “cada día tiene su propio afán.” Yo pienso: El afán de todos os días debe de ser el mismo: el de buscar la concreción, la realización de nuestro sueño, el perfeccionamiento de nuestras actitudes y el dominio absoluto de lo que anhelamos.

Federico Guillermo Nietzche, el recio escritor germano dijo: un sí, un no, una línea recta, un fin. Yo digo: Un si a lo positivo, un  no a lo nefasto; una lucha conforme las circunstancia lo demanden y no siempre marchando en línea recta; un fin noble que tienda a dignificar a la persona humana.

Avante siempre, escribió nuestro Juan Ramón Uriarte, el maestro animador de las juventudes salvadoreñas. Yo digo: Esto no es posible; en la vida no hay solo avances, sino que también hay necesidades de retrocesos, rodeos, caídas,resbalones, fracasos y otras duras experiencias para las cuales hay que templar el alma o mejor dicho, las cuales debemos estimar para templarla y no para sentirnos desamparados, pero no obstante es bueno tener siempre la idea de ir hacia adelante, hacia la coronación del ideal que nos hemos trazado.

Toda idea es difícil de realización. Infantil es aquel que piensa que un propósito elevado  es de pronta e inmediata ejecución. Nada más falso. La realización de un propósito, la ejecución de una empresa, la terminación de una obra cuesta sacrificios es preciso realizar largos, dolorosos y múltiples esfuerzos, tomar en cuenta diversos detalles , hacer números ensayos, verificar repetidos intentos hasta que quede plasmada la idea soñada.

En la lucha por la realización del propósito no hay que tomar en cuenta la suerte. En la suerte o en los milagros, confían las almas cándidas, los espíritus supersticiosos y crédulos que gozan solo con el sueño de la acción pero jamás se atreven a afrontar los riesgos, los peligros,las vicisitudes,las miserias y dolores que necesariamente habrán de sufrir en la ejecución de los actos para la realización del sueño.

Ni Homero, ni Aristóteles, ni Alejandro o César, o Napoleón, ni Beethoven, ni Mozart, ni cervantes, ni Darwin, etc.,  improvisaron sus obras aunque nacieron con talentos naturales para destacarse de manera sobresaliente. 

Ellos tuvieron que estudiar, que prepararse previamente en sus diferentes especialidades, preparación o entrenamiento que implicó para ellos grandes privaciones, duras abstinencias que minaron su salud,que desgastaron sus reservas físicas y que, en muchos casos hasta sacrificaron algunos de sus miembros y órganos corporales.

No tenemos en cuenta ni envidiemos los casos baladíes de ciertos triunfos fáciles de algunos individuos como el de los Beatles o de algún mediocre artista de cine, de teatro, de televisión o algún afortunado comerciante que de la noche a la mañana se convierte en magnate de grandes facilidades económicas. Estos triunfos aunque halagüeño, no son los resultados ordinarios de la vida cotidiana; son triunfos esporádicos muchas veces abultados por propagandas o intereses comerciales o por la adhesión de personas sin cultivo ni delicadeza para apreciar obras superiores que se sienten arrastrados por la fuerza caprichosa de la moda.

Las obras superiores en el arte, en la filosofía, en la ciencia como en la técnica, en el comercio, en la agricultura, en la industria, En la política, en la educación, cuestan mucho; no son obras de la improvisación o de la casualidad, o de la aventura, o regalo de los dioses: es producto del esfuerzo dirigido, del cálculo paciente, de la meditación profunda y del hacer con diligencia: el proyecto llevado a cabo bajo las severidades de una disciplina firme y de una entereza moral qué no le teme a las penalidades.

Disciplina significa someterse a determinadas reglas de conducta: las reglas de la profesión u oficio que se aprende y del cual se vive;las reglas del comportamiento necesario para alcanzar el fin propuesto. Disciplina es orden y organización. Orden quiere decir cada cosa en su lugar y en su debida oportunidad; organizar es disponer los recursos de manera que funcionan en relación unos con otros a su debido tiempo.