domingo, 9 de abril de 2017

Joaquín Hernández Callejas, La Juventud Latinoamericana

Las negrillas son nuestras para efectos de estudio.

Cuestiones Sociales

La Juventud Latinoamericana (*)

Por. Dr. Joaquín Hernández Callejas

A la juventud salvadoreña y a los alumnos del Liceo “Sagrado Corazón de Jesús”, de la Colonia Miramonte, en particular.

I.

Se ha tenido la creencia de que solo la juventud Latinoamericana ha estado alucinada por el relampagueo caleidoscópico de la política. Y no digo fuegos fatuos de la política, porque esta realidad humana es tan vital y tan cierta que no tiene nada de aparente y toda ella es una objetividad dura como acción y como expresión de vida de las naciones. Pero se ha identificado política con revoltillo o con la palabra revolución y, en consecuencia, en todo motín callejero, en todo escándalo de masas, se ha creído ver al joven latinoamericano como un dócil y ciego instrumento de agitadores profesionales ambiciosos de llegar al control del poder político.

En realidad el fenómeno no es exclusivo de estas latitudes. En todas partes del mundo la inquietud social y política de la juventud moderna se ha manifestado de manera tan evidente, que la prensa mundial se ha llenado de noticias de primera plana sobre actos inquietantes de la misma, así como sociólogos, y sicólogos de todas las latitudes se ha preocupado de interpretar tales fenómenos de su competencia.

Pero veamos que la juventud latinoamericana no ha manifestado sus potencialidades solo en el activismo político y sindical. Y que esto le ha sucedido cuando le ha faltado dirección o guía; cuando le ha faltado orientación que encamine sus inquietudes y que cultive sus idealismos, inherentes a toda generación en vías de crecimiento biológico y espiritual.

En la Universidad de Guanabara, Río de Janeiro, se inicio hace aproximadamente unos tres años, a propuesta del profesor Wilson Choerel, un programa de obras sociales del estudiantado de dicha Universidad. El programa comprende obras destinadas a favorecer, por una parte, el desarrollo del Brasil y, por otra, el progreso de los mismos estudiantes como futuros dirigentes de la Nación y del Estado. Se inicio con treinta estudiantes del ultimo año, que aprovechando sus vacaciones de verano se dirigieron a las aldeas para aconsejar a los funcionarios y los lideres de la distintas comunidades en los temas de su especialidad; y después de algún tiempo dicho movimiento cuenta con un numero de 15000 participantes.

El programa incluye diversas especialidades como educación, salubridad, agricultura, tecnología, economía, ciencias sociales. Siendo todos de último año o graduados recientemente, han ido con el espíritu alegre de la juventud, con todo ánimo de servir a las comunidades donde han sido destinados. Por ello impartieron sus conocimientos sobre las nuevas técnicas en medicina, enseñanza, cuidados de los animales, cultivo de plantas, salubridad publica, estudio de tierras, planeo de puentes y sistemas de desagüe, diseño de escuelas, clínicas y edificios de administración, conferencias sobre higiene, salud, educación, cultivos, etc. El programa tiene una duración de cuatro a cinco semanas.

II.

Ha tenido tan buen éxito esta experiencia de contribución social de la Universidad de Guanabara, que a petición de los estudiantes universitarios de grados inferiores se ha ampliado, incluyendo programas permanentes en zonas remotas. El tratamiento de estas zonas remotas se ha iniciado con tres bases o “campos de avanzada” a cargo de las tres mayores Universidad de Brasil: la de Santa Mariah, de Río Grande do Sul, en Boa Vista, cerca de la frontera con Venezuela; la de Juiz de Fora, en Minas Gerais y la de Guanabara en la región del Amazonas. Los “campos de avanzada” comprenden pequeños equipos de profesores, administradores o estudiantes, por rotación.

El ejemplo ha sido adoptado por toda América Latina: en el Perú los estudiantes contribuyen a la integración de las zonas remotas y olvidadas mediante la construcción de caminos, escuelas, hospitales, viviendas. En Colombia trabajan en construcción de viviendas para los que viven en barriadas, lo mismo que en la orientación de las familias para su nuevo tipo de vida. En Bolivia los jóvenes estudiantes construyen viviendas y escuelas en la selva, donde consideran necesario su aporte para la incorporación del indio y del campesino a nuestra vertiginosa civilización. En México, estudiantes de Derecho, medicina, veterinaria, docencia, odontología, trabajan gratuitamente para aquellos que necesitan de sus servicios y no tienen con que pagar. En Buenos Aires, estudiantes de ultimo año o profesionales recién graduados de las universidades se han movilizado en un programa gubernamental, para hacer que 70000 familias que incluyen unas 280000 personas que habitan barriadas se muden a mejor vivienda temporal, que tenga agua y electricidad, mientras se les puede proporcionar hogares permanentes.

En tal sentido se ha apartado a la juventud latinoamericana de la agitación social equivoca y de la actividad política violenta y anárquica. Así se ha reconocido los beneficios que pueden obtenerse al darle mayores oportunidades de acción positiva a la juventud que se prepara para dirigir los destinos de la nación. Un programa de esa índole es una verdadera cura para la demagogia. La juventud necesita de lecciones intuitivas. Una juventud sincera para la investigación y el trabajo científico, con toda seguridad será la colaboración más eficiente para el desarrollo de nuestros países y para la consecución de una mejor vida traducida en excelentes servicios básicos, para todos los pueblos de nuestra America.

(*) Publicado en El Diario de Hoy, Lunes 14 y Martes 15 de Octubre de 1974.

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